jueves, 3 de enero de 2019

La crisis del siglo XIV, el fin de la Edad Media y visiones sobre la Edad Media

A comienzos del siglo XIV Europa entró en crisis (Crisis del siglo XIV). Esto totalmente en contrariedad al despegue económico del siglo XIII. Se empezó a cuestionar el rol de la Iglesia y el papel de los monarcas. Las malas cosechas del entonces generaron hambruna en la gente. También la guerra y las pestes(enfermedades) llevaron a que descendiera la población.

Todos estos problemas conllevan a crear conflictos en el campo y las ciudades: en el campo, se enfrentaron campesinos contra señores; en las ciudades, en cambio, se opusieron artesanos contra ricos mercaderes. Por tanto, las relaciones de poder (mando sobre la gente) se arruinaron, decayendo así en conflictos por el mismo. Quedo un registro de estos hechos en la literatura y en el arte de la época.


La Peste Negra: la epidemia encargada de reducir la población en la edad medieval

Las epidemias de enfermedades diezmaban a poblaciones enteras. Ejemplo de ella es la tuberculosis. Pero, la más mortífera fue la peste negra o bubónica. Enfermedad traída de Constantinopla por los marineros (se creían que eran genoveses). Los médicos en ese entonces creían que era por el “aire comprimido” en los barcos, pero en verdad eran por las pulgas que tenían los ratones.

A raíz de la peste negra, murieron en Europa unos 25 millones de personas entre el año 1348 y el año 1490, casi un tercio de la población.


Doctor época medieval

Transformaciones económicas debido a la crisis del siglo XIV:

Si ya el crecimiento demográfico de la población desde el siglo XI d.C. hasta el XIV d.C. creo problemas económicos por existir una gran demanda de alimentos. Las enfermedades del siglo XIV crearon una baja impresionante de mano de obra. EL mismo problema de los siglos anteriores, pero a la inversa. Antes había mucho que alimentar, por mucha población. Y ahora, hay muy poca gente que alimentar, pero también muy poca gente para laburar. Por ello en el campo, hubo mucha tierra sin cultivar.

En la industria textil también se perdió mano de obra. Como los trabajadores eran escasos, los salarios tendieron a subir. Algunos manufactureros trasladaron sus operaciones al campo, esperando encontrar mano de obra más barata Como la baja de población cambió el enfoque de producción de la época, pasó de producir para consumo interno de la población, a producir para exportar.
Problemas sociales debido a la crisis del siglo XIV
Debido a la crisis, la sociedad se enfrasco en grandes problemas, tales como disturbios, caos, desorden, guerras, llegando inclusive hasta abandonar sus hogares. También la religión cristiana fue afectada debido a esta crisis. Donde resultó existir una crisis de fe por corrupciones del papado y también resultó afectada por manipulaciones de la monarquía francesa. Pero de todo, el sector que salió beneficiado es el de las monarquías. Quienes afianzaron su poder. A continuación, una breve descripción de los problemas sucedidos en dicha la época medieval.
Disturbios sociales:
El fracaso de las cosechas, la peste y las crecientes exigencias tributas de la Iglesias, el estado y los señores contribuyeron a crear un clima de malestar entre la población campesina que desembocó, con el tiempo, en el estallido de diferentes rebeliones.

En las ciudades se vieron la mayoría de los problemas de este tipo, porque en lo rural se proclamaba más la igualdad y el respeto de la dignidad humana pero sólo proponían retornar a un tiempo pasado mejor.
La mayoría de las revueltas eran sumamente violentas y muy cortas.
Entre estas revueltas la más conocidas fueron la Jacquerie en Francia, el levantamiento de Wat Tyler en Inglaterra, la Remança en Cataluña y la de los irmandiños, en Galicia. Todas ellas fueron aplastadas brutalmente por los reyes y los nobles.

Aldeas abandonadas:

Los campesinos dejaron sus tierras y posesiones y se convirtieron en vagabundos o se refugiaron en las ciudades. Los campos que antes se habían cultivado se cubrieron de maleza y los caminos se borraron. En las aldeas, las casas y las iglesias se fueron desmoronando. En aquel entonces, la mayoría de las ladeas se quedaron sin hombres y, por lo tanto, sin ningún tipo de actividad.
El fortalecimiento de la monarquía:
A comienzos del siglo XIV fueron surgiendo nuevas concepciones del poder político y del papel de la monarquía. Ideas que surgen en el siglo XII, contribuyeron a definir el rol de los monarcas en sus reinos y a eliminar la fragmentación política que hubo en los tiempos medievales.

Distintas monarquías que surgieron por el fortalecimiento surgido por la crisis:
La monarquía inglesa:
Desde el siglo XII los monarcas ingleses empezaron a ensanchar sus territorios, que los señores feudales habían recortado.
Este proceso se inició cuando el rey Enrique II Plantagenet anexó al reino gran parte de Francia. Sin embargo, su hijo Juan Sin Tierra perdió varios territorios, desde ese entonces se firma la Carta Magna (1215), y se inicia la monarquía parlamentaria.
La monarquía francesa:
Francia también inició su proceso de unificación en el siglo XII, bajo la dinastía de los Capetos. Fue Felipe II (Augusto) (1180-1223) reforzó el poder real al derrotar a los ingleses en la batalla de Bouvines.
Tiempo después. Felipe IV el Hermoso (1283-1314) debilitó el poder de los nobles.
Estas dos grandes monarquías cayeron en dos conflictos importantes:
Francia e Inglaterra se enfrentaron en la Guerra de los Cien Años (1337-1453), que fue la prolongación del conflicto iniciado en el siglo XII por las posesiones inglesas en Francia. Gano Francia, por la participación de Juana de Arco, quedando reforzado el poder de Carlos VII de Francia.

Inglaterra, en cambio, quedó destruida. La nobleza se dividió en dos facciones, cada una de las cuales apoyaba a un candidato al trono: uno proveniente de la familia York, y otro, de la Lancaster. De aquí la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485), una guerra civil.  Finalmente, y luego de 30 años, un pariente de los Lancaster Enrique VII, de la familia Tudor, se apoderó del trono. Irónicamente, la nobleza quedó debilitada como resultado de la guerra, lo que contribuyó a fortalecer a la monarquía.
Para explicar bien el conflicto entre las monarquías:
La Guerra de los Cien Años:
La guerra de los cien años es una de las más importantes ocurridas en Europa. Al comienzo, fue una disputa por la sucesión de la corona de Francia: disputa entre Felipe VI, de la familia Valois, el rey inglés Eduardo III. Luego, esta guerra derivó en la lucha de la corona francesa por recuperar territorios perdidos en Inglaterra. Sin embargo, esta guerra no fue continua: en el transcurso de los cien años se alternaron largos periodos de tregua con otros de actividad bélica.

Guerra de las Dos Rosas:

En Inglaterra, la unidad del reino, o por lo menos su paz interna, se vio gravemente comprometida por la larga minoría de edad de Enrique VI y por los fracasos militares sufridos por sus ejércitos en el continente. Dos facciones principescas opuestas se enfrentaron al reivindicar para sí la corona. De esta forma se inició la Guerra de las Dos Rosas entre los partidos de York (rosa blanca) y de Lancaster (rosa roja). Esta guerra mantuvo a Inglaterra dividida en dos clanes violentamente hostiles entre sí y asoló campos, llevando la corrupción a todas partes.
La crisis de la cristiandad:

Después de estos conflictos entre las monarquías, surgió un conflicto aún más profundo, que es la crisis de la cristiandad. Donde se llega a involucrar gobiernos monárquicos que tratan de adueñarse del control sobre la religión cristiana, mediante el papado.
Durante dichos problemas, el teólogo inglés John Wycliffe (1320-1384) abogó por la desaparición del Papa, de los cardenales y de otras autoridades de la Iglesia. Argumentando que la salvación de la persona se alcanzaba por el poder de Dios y no por las intervenciones del clero. Las ideas de Wycliffe se difundieron rápidamente por Europa. Personas como Wycliffe, ejemplo, el sacerdote checo Jan Huss que compartía  las ideas del teólogo inglés, fueron tratados como herejes.

Durante los siglos XIV y XV, la cristiandad sufrió una profunda crisis. El papado cayó en la corrupción y su posición fue cuestionada por los creyentes. Por otra parte, a partir del siglo XIII, el Papado se enfrentó a la monarquía francesa que pretendió dominar a la Iglesia. Esta situación desembocó en un conflicto entre ambos poderes: el cautiverio de Aviñon.
El cautiverio de Aviñón

fue un conflicto que se originó entre el rey de Francia Felipe IV y el Papa Bonifacio VIII. Este conflicto comenzó cuando Felipe IV pretendió recortar los ingresos eclesiásticos. El Sumo Pontífice lo excomulgó.
Sin embargo, el monarca francés se las ingenió para encarcelar al Papa acusándolo de brujería. El Papa logró liberarse de su prisión, pero murió poco tiempo después.
Felipe IV aprovechó la situación para nombrar a un Papa francés, Clemente V, y trasladar la sede papal a la ciudad francesa de Aviñon. Entre los años 1308 y 1377, se nombró a una serie de Papas franceses que fueron forzados a vivir en aquella ciudad.

El cisma de Occidente: La iglesia divida
Cuando el papado intentó restablecer su sede en Roma, se produjo el cisma de Occidente: la Iglesia se dividió y hubo dos Papas, uno en Roma y otro en Aviñon. Esta situación se prolongó desde el año 1377 hasta el 1417.

El conflicto se resolvió en el Concilio de Constanza (1418), en el cual se logró reunir a la Iglesia, con la elección de Martín V como único Papa y el establecimiento definitivo de la residencia del Pontífice en Roma.

Visión de la Edad Media

Debido a las catástrofes (enfermedades, etc) y a la crisis de la iglesia, la idea de la muerte y el pesimismo se extendía en todos lados.

El tipo de vida estimuló la inquietud religiosa: procesiones de flagelantes recorrían los pueblos; predicadores ambulantes anunciaban el fin del mundo, los místicos proponían que cada individuo podía sentir a Dios en forma íntima y personal. Se llegó a pensar en que el apocalipsis estaba cerca.

Este tipo de ideas llevó a la gente a consolidar distintas herejías que, por su actitud hostil a la Iglesia católica, amenazaron la unidad espiritual del mundo cristiano en Occidente.
Una de las manifestaciones más extrañas de la obsesión por la muerte a fines de la Edad Media fue un tema que se representó recurrentemente en el arte: la Danza de la Muerte, que ilustraba un baile entre esqueletos y vivos. Sus orígenes se remontan al siglo XIII, en la fachada de la iglesia de Los Inocentes en París. La misma danza de la muerte se representó, a veces, como una mascarada: hombres disfrazados con figuras de esqueletos danzaban con figuras que representaban los distintos estratos de la sociedad.

El siglo XIV tuvo un carácter convulso y agitado. Fue el momento en el que el sistema feudal empezó a tambalearse o, al menos a mostrar sus primeros síntomas de agotamiento.

La Edad Media ha sido vista tradicionalmente como un período oscuro y denostado, una visión que nos llega principalmente por la imagen que nos transmiten los pensadores del Renacimiento, que se sentían herederos de la Antigüedad Clásica y renegaban, por lo tanto, del espacio que sucede a la caída de Roma. Afortunadamente, todos los estereotipos al respecto han sido superados con el paso del tiempo y se le está dando la importancia que verdaderamente tiene.

Es una época impresionante, en la que se alteran de manera controversial las estructuras socioeconómicas de todas aquellas regiones que habían formado parte del antiguo Imperio Romano; nuevas formas de organización y gobierno, nuevas formas de ordenación social y un entramado político muy complejo. 


Para resolver alguna duda que se origine del contenido anterior, se pone a disposición del lector el siguiente video para complementar a la lectura:



Actividad:

1.- ¿La sociedad del siglo XIV fue el culmine de las relaciones feudales?  


Extraído de:
https://mihistoriauniversal.com/edad-media/crisis-del-siglo-xiv/

https://descubrirlahistoria.es/2014/02/la-crisis-del-siglo-xiv/

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